Hablar de Agricultura Natural es hablar necesariamente de Masanobu Fukuoka. Masanobu Fukuoka nació a principios del siglo veinte en la isla de Shikoku, en una pequeña villa campesina.
Masanobu Fukuoka se educó en la Universidad de Gifu (Gifu, Japón) en la que recibió formación como microbiólogo y agronomista y al poco tiempo de acabar trabajó como patólogo en la Sección de Inspección de Plantas de Yokohama, puesto que poco tiempo después rechazó para comenzar su búsqueda de una agricultura diferente a la hasta entonces practicada y extendida en el mundo.
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Origen de la Agricultura Natural: Mokichi Okada
El filósofo nacido en el siglo diecinueve, Mokichi Okada, desarrolló en Japón su idea de que las civilizaciones para lograr ser duraderas debían estar basadas en el comportamiento de la naturaleza. Mokichi Okada sentó las bases de lo que posteriormente serviría a Masanobu Fukuoka para desarrollar la Agricultura Natural.
Inicios de la Agricultura Natural
Cuando Masanobu Fukuoka pasó por una finca que llevaba años ya sin ser trabajada y vio el esplendor y el vigor de varias plantas de arroz, entre la flora silvestre, empezó a cuestionarse varias de las premisas que en los últimos años llevaban desarrollándose en las ciencias agrícolas y por extensión en la agricultura convencional. ¿Cómo era posible que de unas tierras que llevaban años sin ser trabajadas, brotaran con tanto vigor hermosas plantas de arroz?
Tras este episodio, Masanobu Fukuoka pasó varios años experimentado en sus campos de cultivo hasta que desarrolló lo que él llamó “Agricultura de No Hacer” o “Agricultura de No Intervención”. Este principio de no hacer (“Wu-Wei” en chino), es uno de los principios más importantes para el Taoísmo, corriente filosófica por la que Masanobu Fukuoka tenía gran admiración.
¿Qué es la Agricultura Natural? Significado de la Agricultura Natural
Masanobu Fukuoka planteó la Agricultura Natural, como la agricultura consistente en dejar hacer a la naturaleza, no forzar su existencia, y no tratar de exigirle de forma descontrolada, puesto que este sistema de agricultura intensiva y exigente, es el que nos está llevando al agotamiento de los recursos naturales.
La idea principal de la Agricultura Natural desarrollada por Masanobu Fukuoka, se basa en tratar de mantener la agricultura y todos los desarrollos y técnicas a aplicar, lo más próximos posibles al comportamiento de la naturaleza.
Masanobu Fukuoka publica en 1975 el libro que revolucionó gran parte de la agricultura y que sirvió como base de la Agricultura Natural: “La revolución de una brizna de paja”. Este libro serviría para dar a conocer los planteamientos de la Agricultura Natural y para cuestionar lo que hasta ahora se daba por bueno en la agricultura convencional.
Los principios de la Agricultura Natural
- No laboreo
- Rechazo del uso de abonos y fertilizantes
- No se eliminan las hierbas adventicias (o malas hierbas) ni de forma mecánica ni de forma química (fitosanitarios), así como tampoco se destruyen las posibles plagas.
- Siembra mediante bolas de arcilla (Nendo Dango)
- No se podan plantas ni árboles.
Con estos cinco puntos principales, persiguen el aumento de la biodiversidad y el incremento de la actividad de los microorganismos del suelo, logrando así unos suelos más sanos que darán como resultado un aumento de la productividad. Masanobu Fukuoka defendía que la mejor lucha contra enfermedades y plagas es el correcto mantenimiento del suelo y la consecución de un suelo sano.
Aunque en muchos aspectos tienen objetivos comunes, Masanobu Fukuoka se mostraba contrario a la Agricultura Ecológica ya que la entendía como otra manera de forzar los ciclos agronómicos y el trabajo de agricultor.
Siembra mediante bolas de arcilla (Nendo Dango)
Para realizar la siembra de manera efectiva en Agricultura Ecológica, se emplean unas bolas de arcilla y material orgánico – aunque normalmente suele ser paja, también se puede mezclar la arcilla con estiércol o diversos tipos de compost–, que deberán ser los suficientemente grandes como para envolver a las semillas y garantizar al menos 2 cm de cubierta protectora. Estas bolas son esparcidas por el suelo en el que se quiere cultivar y se espera a que la arcilla se vaya deshaciendo con la primera lluvia, protegiendo las semillas hasta entonces de los ataques de pájaros o del viento.